Que oportú aquest silenci
2014
Instalación
Librería Siglo, Sant Cugat del Vallès.
“La última gran invención de un género literario a que hayamos asistido es obra de un maestro de la escritura breve, Jorge Luís Borges, y fue la invención de sí mismo como narrador, el huevo de Colón que le permitió superar el bloqueo que le había impedido, hasta los cuarenta años aproximadamente, pasar de la prosa ensayística a la prosa narrativa. La idea de Borges consistió en fingir que el libro que quería escribir ya estaba escrito, escrito por otro, por un hipotético autor desconocido, un autor de otra lengua, de otra cultura, y en describir, resumir, comentar ese libro hipotético. Forma parte de la leyenda de borges la anécdota de que, cuando apareció en la revista “Sur”, en 1940, el primer y extraordinario cuento escrito según esta fórmula, “El acercamiento a Almotásim”, se creyó que era realmente un comentario de un libro de autor indio. Así como forma parte de los lugares obligados de la crítica sobre Borges observar que cada texto suyo duplica o multiplica el propio espacio a través de otros libros de una biblioteca imaginaria o real, lecturas clásicas o simplemente inventadas.”
Italo Calvino, Seis propuestas para el próximo milenio, (El Palomar, 1990) trad. de Aurora Bernárdez, pàg. 63.
El 6 de Abril de 2011 Lluís, muy enfadado, escribió en su blog la reseña del libro “La biblioteca de los libros perdidos”, de Alexander Pechmann. En el segundo capítulo de este libro el autor se dedica a hacer una especie de catalogación de libros que no existen. Es precisamente este capítulo el que provoca el malestar de Lluís, que en su blog se queja de la falta de rigor de Pechmann, puesto que en su lista de libros que no existen faltan muchos y muchos libros.
En la librería se colocaron una serie de lámparas de escritorio que iluminaban aquellos espacios de las estanterías que estaban vacíos.